¿Sabías que reflexionar sobre nuestros hábitos puede ayudarnos a modificar nuestra forma de pensar? ¿Y que, al elegir conscientemente realizar lo que queremos en nuestra vida y al sentir una satisfacción real al hacerlo, podemos cambiar comportamientos profundamente arraigados que nos desequilibran, de manera duradera?
Los científicos lo llaman "neuroplasticidad autodirigida" y, en términos simples, se trata de la práctica de reprogramar intencionadamente nuestro cerebro al reflexionar sobre cómo nos hacen sentir los comportamientos o hábitos.
Y es lógico. Los hábitos pueden parecer improvisados, o incluso espontáneos, pero a menudo son desencadenados por señales y, sobre todo, conducen a un comportamiento asociado y a un estímulo de dopamina. En 1999, psicólogos del MIT descompusieron el comportamiento habitual en un "ciclo" de tres etapas: "signal, routine, récompense".
La sociedad perpetúa el mito de que es más difícil modificar sus comportamientos y hábitos al envejecer. ¿Cuántas veces no hemos escuchado el siguiente murmuro: "simplemente están atrapados en sus costumbres"? ¿Cuántas veces hemos mirado a un ser querido pensando "es demasiado viejo para cambiar"? No se le pueden enseñar nuevos trucos a un mono viejo... ¿no es así?
Pero, gracias a la belleza de nuestra biología, nuestro cuerpo es brillantemente adaptable. Nuestros cerebros permanecen maleables a lo largo de nuestra vida. Si queremos cambiar nuestros hábitos, podemos hacerlo. Y podemos aumentar nuestras posibilidades de éxito al comprometernos conscientemente.
Así que, si estás buscando cambiar algo que ya no funciona para ti, o si deseas introducir un nuevo hábito que, como sabes, te nutrirá durante la menopausia, aquí tienes tres consejos clave para comenzar:
- Asocia nuevos hábitos con RECOMPENSAS inmediatas; por ejemplo, no escuches el siguiente episodio de tu audiolibro favorito salvo cuando estés corriendo.
- ASEGÚRESE DE TENER CLARO EL "PORQUÉ"; un compromiso consciente exige que tenga una perspectiva clara sobre los beneficios del cambio. Tómese el tiempo para hacerlo tangible.
- Reflexiona explícitamente sobre lo que sientes frente a estos hábitos; ¿cuáles son los beneficios de este cambio de comportamiento para ti? ¿Y qué sientes ante los efectos de tus antiguas actitudes, una vez pasado el pico de dopamina? Anótalo. Vuelve a ello cuando lo necesites.
Percibimos directamente el potencial de esta nueva etapa de la vida a través de las historias que compartís con nosotros cada día. Si estamos bien rodeados, la cuarentena puede ser un trampolín hacia un cambio positivo. ¡Aún tenemos tiempo para ponernos al día!
A través de la pedagogía y la exploración, podemos remodelar nuestro día a día para que nos nutra. Y esto comienza cuando nos permitimos voltear hacia el interior, a escucharnos.
Con amor, el equipo üma.